Llegar a tatuarse el ojo…. ¿no es demasiado?
Existen tatuajes que se realizan en
el globo ocular que surgieron a la par de las decoraciones para esta zona.
Además de los lentes de contacto existen productos como brillantes y figuras
para los ojos que se hicieron muy populares, sobre todo entre las mujeres.
Los tatuajes
en el globo ocular no son dibujos, pues lo que se hace es cambiar el
color de todo el globo. El problema con este tipo de trabajos es que con el
tiempo la tinta puede traspasarse a la parte interna del ojo y dañar el nervio
ocular, lo que a la larga causaría defectos de la visión.
No deben presentarse necesariamente problemas con
este tipo de tatuaje; sin embargo, hay que recordar que cada cuerpo reacciona
de manera distinta y pueden surgir casos en los que la tinta se reabsorba y
pueda dañar los tejidos.
Una
nueva moda se está dando estos últimos meses y es una moda bastante extraña y a
la que no adherimos debido al peligro que puede conllevar.
Esta
moda se trata de realizar un
tatuaje en la zona blanca del ojo. ¿Cómo se realiza? El
tatuador inyecta tinta bajo la conjuntiva de la persona hasta que todo el ojo
(la parte blanca) quede llena del pigmento elegido. Para esto se requiere de
hasta 40 aplicaciones para que el ojo quede completamente de color.
El
peligro de esta práctica es que puede producir infecciones, problemas
musculares del movimiento del ojo, ceguera y hasta perder la funcionalidad del
ojo.
El tatuaje está bien,
si es en una parte del cuerpo, pero cuando la persona está completamente
tatuada, puede ser un “síntoma” de querer diferenciarse del resto de las
personas, llamar la atención o crear sus propios códigos. Pero llegar a
tatuarse el ojo…. ¿no es demasiado?
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